Prólogo del poeta colombiano Joseph Berolo a mi último libro "SOBREVIVIENDO. Sonetos peregrinantes". Por publicarse y lanzarce en octubre en Bogotá.Colombia. Por Ed. Ave Viajera. Bogotá Colombia.
PRÓLOGO
El soneto, afirman los poetas clásicos,
“es la única forma poética de la literatura occidental que ha mantenido su
atractivo”. Llámese poema, verso, poesía, balada,
redondilla, polimnia, soneto con estrambote, soneto doble o doblado, soneto en
alejandrinos, dodecasílabos, pentasílabos Soonaris, sonido, Dolce
Stil Nuevo (Dulce Estilo Nuevo), o que el soneto sea petrarquesco o no,
(sic), de una octava de ocho líneas, en las que se plantea un problema, se
formula una pregunta, o se expresa alguna tensión emocional, o shakesperiano
(sic) de tres estrofas de cuatro versos o cuartetos, de rima independiente, o
que existan variaciones de estilo todo es fundamental y consecuente con las
características de la estructura petrarquista.
Sobre su “pequeña
obra”, así describe su autor este gran trabajo
literario suyo, “SOBREVIVIENDO. Sonetos peregrinantes”, Lionel define
uno de los motivos que tuvo para escribirla: “Al estudiar la melodía presente
en el soneto clásico, pude percatarme de la dificultad extrema de poder dejar
totalmente los catorce versos en un mismo ritmo”; de igual manera, define el
nominal del soneto: “Al momento de analizar todos las formas de esta bella
composición, me di cuenta que al ser tan difícil este empeño,
los compositores en este bello estilo lo hacían y de hecho lo siguen haciendo,
con un ritmo de acentos* que no corre a través de todo el texto y la
consideración a efectuar es que se mantenga ese ritmo de una manera preferente,
y no tomando en cuenta los acentos impuros, al decir de mi buen amigo el poeta y
tenaz investigador almeriense Antonio García Vargas”.
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(*) Ritmo de acentos- En su evaluación,
el matemático profesional que es Lionel, calcula la precisión del mecanismo del
soneto: “mantener al menos siete de los catorce versos que componen el
soneto, es decir como una interpretación de manera estadística de este hecho y
que en muy pocas ocasiones he podido observar en algún poeta que lo haya
considerado de esta, mi manera de construirlo”.
Tal cual me propuse al escribir este
prólogo, el resultado es esencialmente el buscado por Lionel mismo. Más aún, al
seguir incursionando en su presentación, encuentro que estoy de acuerdo con su
objetivo. No sin tener que posesionarse en una de las tantas formas en que el
soneto se ha dado históricamente y precisamente, Lionel elige el “melódico”
por la musicalidad que lo habita. Además promete incursionar en las otras
variantes y con otros ritmos grecolatinos efectuando lo mismo que ha hecho en
este poemario.
“Sonetos Peregrinantes. En carruaje entre el Alfa y el Omega”. Ed.
Oficio, Monterrey México. 2009”, es entonces, la continuidad de la
insatisfacción leonina, o explicada en este caso, como la necesidad que
tiene Lionel de satisfacer su insatisfacción. “La verdad es que no quedé
satisfecho del todo con Sonetos Peregrinantes, ya que siempre tuve la idea de
mantener el ritmo en todo el poema”.Su
leitmotiv. motivo central recurrente de su obra, tomar en cuenta
todo aquello que ha aprendido de su amigo el “sagaz” investigador y poeta
español García Vargas, a quien considera su Maestro en el bello arte poético, y
de quien extrae y presenta algunos comentarios públicos acerca del ritmo
cualitativo que es consustancial a la poesía grecolatina y cuya inclusión en
nuestra poesía hispanoamericana no se ha dado nunca, por la dificultad extrema
que presentan estos al interior de nuestra lengua española, incluyendo los
fallidos intentos de poetas, como el genial Rubén Darío.
Lionel además intenta aclarar lo que su
Maestro comenta acerca de la “intromisión de los acentos impuros” que se
posicionan en el poema, pero que por lo difícil de evitarlos, se aceptan. A
manera de “comparación”, siguen dos de los sonetos que Lionel considera
merecedores de ser estudiados por quienes realmente estén interesados en
revisar sus arquitecturas poéticas:
EL POETA Y SU OFICIO
Se descubre en el alma del poeta:
"Sus ventanas abiertas al futuro
y por ellas el sol quiebra lo oscuro
permitiéndole ver todas sus vetas."
En sus ojos él crea como asceta
con maderas muy nobles, y seguro
de tener el talento de hombre duro.
Carpintero con versos el concreta.
Día y noche él lleva su palabra
a poemas que sean un descanso
al trabajo de abeja en su colmena.
Con rituales hará misa en escena
alumbrado por luces de remanso
en su mundo y tener su abracadabra.
UN NUEVO RUMBO
Con coqueta sonrisa se presenta
Por los bosques y ríos de su
ambiente
desde un árbol le trina dulcemente
a volar por ramas a él lo alienta.
¿Cómo puede el destino sacar cuenta
e inventar nuevo rumbo conveniente
ante pasos ligeros en pendiente
y ahogar en la sima su tormenta?
Para él, quien se muestra complacido
ese encuentro podrá ser el detente
que lo induce a mirar nuevos
confines.
¿Romperá vestiduras tan afines
por lanzarse a un vacío intermitente
que lo lleve a un lugar
desconocido?”
“Todo lo dicho anteriormente”
explica Lionel, “pasa por ser consideraciones de orden sintácticas y que
junto a las semánticas sobre las cuales no me manifiesto, considerando eso sí
que el aporte de la belleza de la estructura junto a la riqueza de su contenido,
le deben dar el pase a un texto poético, para ser realmente un poema”.
“Sintiéndose bastante complacido con lo
efectuado” Lionel espera que el buen lector que pase por sus escritos, en sus
propias palabras, “pueda determinar si con el buen lenguaje poético, el que
captura mis ideas poéticas y que sólo el tiempo dirá, he logrado que esta obra
trascienda como un poemario que permita a otros poetas continuar la ruta que
sigo. “Estoy convencido” agrega, “que para conseguir un estilo literario
propio es necesario practicar con todos los ritmos que puedan presentarse en un
poema, es decir, el propio (el que se conoce por el taconear de los tacos al
caminar), el numérico, el de rima, el de acentos y por lo menos, conocer el
ritmo de consonantes, estudiados y analizados por los estructuralistas
franceses en la primera mitad del s. XX, seguidores los investigadores Puis
Servien, Matila Gyka y Paul Valery.”
No dudo en extender a Lionel el
tratamiento de investigador de la arquitectura poética, frente a su propio libro
y que ahora publica, y que seguramente ayudará quien quiera interiorizarse en la
estructura de todos y cada uno de los sonetos presentados. Y sin tomar en cuenta
las disquisiciones que he dejado en este Prólogo, me permito dejar para la
consideración del benevolente, avezado lector y estudioso de la poesía, la
lectura de esta obra, y que le permita volar libre e imaginariamente y sin
paracaídas, con la melodía de fondo del lenguaje de cada uno de los sonetos de
este poemario.
Observando desde las alturas los
mensajes entregados en “Sobreviviendo”, Sonetos peregrinantes”, esperamos
también que el crítico sagaz, pueda incursionar en su contenido, mirando crítica
pero constructivamente la propuesta hecha en el Lenguaje Poético, propuesto e
inmerso en la obra.
Joseph Berolo
Marzo 4, 2015
Chía, Cundinamarca, Colombia
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